Colaboración de D. Youcef Boukhari. Executive Consultant.
A mediados del año 2006 volé en viaje de negocios a Emiratos Árabes con Don Marcos Bello, actual Director de la Colección Pedrera Martínez.
El trayecto con la compañía Air France dio para mucho tiempo de conversación y análisis. Hacía escasas semanas ambos nos habíamos reunido con el artista y escultor Lorenzo Quinn, hijo del mítico actor Anthony Quinn. Ver su taller de producción resultó algo fascinante y toda una experiencia conocer de primera mano algunas anécdotas en boca del hijo del actor.
Horas después de llegar a Dubái pude constatar la buena acogida que tenían las esculturas de nuestro proveedor. Pero el proyecto que tenía en mente el Sr. Bello resultó más pretencioso. Quería iniciar un canal de distribución de obras de arte de “perfil medio” y en su portfolio de presentación llevaba firmas como Subirach, Rafael Albertí o el mismísimo Salvador Dalí.
Establecimos un acuerdo comercial con el prestigioso galerista Ramesh Suckla, de Four Season Gallery que hasta el día de hoy sigue vigente.
Desde aquel año me he sentido unido no solo por labores profesionales sino por una gran amistad a Marcos Bello. Juntos hemos desarrollado proyectos vinculados a su área de venta y difusión del arte viajando a Madrid, Barcelona, París, Londres, Dubai, Abu Dhabi, Sarjah, Bruselas y un largo etc de plazas.
Es por eso que acepté con gustó escribir un post para si blog del sitio web de la Colección que dirige.
Por mis orígenes como Imaguizen, que es como nos gusta a los Bereberes ser llamados, tengo sin duda una perspectiva y gustos un tanto singulares al contemplar pinturas del Siglo XIX.
No obstante al empezar a observar cuadros, óleos y acuarelas que conformaban parte del legado de Don Antonio Pedrera quedé maravillado ante la amalgama de temáticas que se abordan y la calidad de los autores examinados.
La cultura en general de Marruecos suele ser Bereber. Por eso enseguida me atrajo la producción que pude contemplar de escenas árabes y concretamente las obras de Mariano Fortuny.
Concretamente me conquistaron dos de sus trabajos de casi idéntico título ( Un Marroquí y Marroquíes). Uno es un óleo sobre lienzo magistral, y otro un aguada y plumilla sobre papel.
Ambos pertenecen al período en que Fortuny estando pensionado fue enviado a Marruecos a cubrir como cronista el conflicto bélico entre este país y España. Aprecio con admiración el detalle y precisión con que plasma el artista el espíritu cultural de estos personajes y desde mi visión un tanto neófita como analista técnico pero desde la perspectiva que me confiere ser un oriundo, me parece que el autor bien podría ser un pintor local.
Sin embargo lo que realmente me ha fascinado de la parte de la Colección a la que he tenido acceso, es las maravillosas figuras de bronce y marfil de Art Decó.
Si bien nací en Argelia, desde bien joven me trasladé a Francia y es en este país donde me eduqué y donde se moldearon mis gustos por la cultura y el arte, por supuesto sin renunciar a mis orígenes y a lo mucho que han influido en mis preferencias y sensibilidades.
De manera que cuando pude ver la gran cantidad de esculturas pertenecientes a las manifestaciones artísticas del Art Decó y art Nouveau quedé realmente perplejo.
Que variedad y que calidad tan sorprendente se ha conseguido acumular con este amplio conjunto de estas maravillosas crisoelefantinas .
Destacaría muchas de ellas por sus detalles y la precisión en su factura pero puestos a elegir dos, escogería especialmente dos que me parecen dignas de cualquier museo del mundo sobre estas disciplinas culturales.
Danceuse à la hulle (bronce patinado y marfil tallado sobre base de mármol) de la escuela francesa y más concretamente de Godard y cómo no, una de las que realizó el maestro rumano Chiparus, “ La bailarina de la mariposa”. En esta Crisoelefantina se despliega toda la creatividad y calidad característica de Chiparus. Los pliegues del vestido, la posición el movimiento que se palpa a un siendo una figura estática entre otros aspectos hacen de esta pequeña escultura una gran figura del arte más selecto.
Agradezco la deferencia de haber sido testigo visual de excepción, de una parte de la Colección Pedrera Martínez, esperando que este legado cultural tenga la difusión y eco que merece, no solo en España sino en otros países.