Grabados de Goya
1793 – 1828
DATOS DESTACADOS
La Obra
- Libertad de expresión.
- Aguafuerte, punta seca, aguatinta.
- Faceta creativa.
Los grabados de Francisco de Goya, obra a la que se entregó el genial pintor desde 1793 hasta su muerte en 1828, son una fuente muy importante para conocer la personalidad del artista, ya que, no al ser obras de encargo, pudo expresarse con total libertad en las mismas. En esa época, Goya ya disfrutaba de una merecida fama como pintor de la corte, y pudo dedicarse a plasmar las ideas que surgían de su inquisitiva mente, sin preocuparse por el beneficio económico que aquello pudiera proporcionarle.
El hecho de dedicar un considerable esfuerzo intelectual, físico y económico, a grabar tan elevado número de láminas, que sin embargo apenas pudieron ser conocidas por el público, nos conduce a un tema de trascendental importancia que sitúa a Goya en la órbita de la Modernidad: la necesidad individual de expresar lo que el “genio” lleva dentro, al margen de encargos, modas u otras circunstancias externas a la creación surgida por propia iniciativa del artista. Por esa misma razón pudo experimentar todas
las técnicas a su alcance, como aguafuerte, punta seca o aguatinta, que le permitieron mejorar su trabajo como creador.
En Los Grabados encontramos a un Goya en constante evolución, desde los primeros dibujos muy simples y lineales, hasta alcanzar los más altos niveles de dificultad, jugando con toda suerte de texturas o contrastes de luces y sombras. Su realización aupó por méritos propios a su autor a la categoría, junto con Durero y Rembrandt, de figura principal de la historia del grabado.
Las series más importantes de grabados son Los Caprichos, Los Desastres de la Guerra, La Tauromaquia y Los Disparates, (estos últimos también denominados Los Proverbios en su primera edición). Existe una serie previa de grabados llamados Copias de Velázquez, realizados por el artista antes de las ya mencionadas, y una posterior denominada Toros de Burdeos.
La Colección Pedrera Martínez se complace en poner a disposición de entidades públicas y privadas dos de las más importantes de estas series de grabados, enmarcadas y en perfecto estado para su exposición: Los Desastres de la Guerra y La Tauromaquia.
DATOS DESTACADOS
Los desastres de la guerra
- Alegato contra la guerra.
- Reflexión amarga y cruda.
- Testimonio de un cronista.
La crisis del Antiguo Régimen culminó en 1808 con el estallido de la guerra de la Independencia. Esta guerra, cruenta y destructora, no sólo fue una guerra de los españoles contra los franceses, sino también fue una auténtica guerra civil, pues los patriotas, es decir, la mayoría del pueblo español, se enfrentó a los afrancesados, que aceptaron al nuevo monarca, José I Bonaparte, impuesto por su hermano Napoleón como rey de España.
Goya fue testigo directo de esa guerra y de sus horrores, que plasmó en imágenes en Los Desastres de la Guerra. La serie la componían ochenta grabados preparados de forma oculta por Goya entre 1810 y 1814, por temor a represalias de los franceses que ocuparon Madrid hasta junio de 1813. Las circunstancias políticas posteriores, con la vuelta del absolutismo tras el regreso en 1814 de Fernando VII impidieron su publicación hasta
1863.
Goya no hizo en Los desastres una exaltación de las hazañas militares, sino que realizó un alegato contra la guerra en general y contra la violencia. Hizo una reflexión amarga, cruda y desencantada sobre el hombre, inmerso en una situación bélica que provoca crueldad, violaciones, devastación, muerte, miseria y hambre. Arremete contra las atrocidades que cometen los dos bandos, franceses y españoles. Goya vivió tan dramática situación y la plasmó en sus grabados como un cronista o reportero gráfico de hoy. Los
Desastres ponen de manifiesto el fracaso de la razón en la que tanto confiaban los ilustrados. Son una crónica del fracaso humano.
DATOS DESTACADOS
La tauromaquia
- Tercera gran serie de grabados.
- Compuesta de 33 estampas.
- Historia del toreo en España.
Goya sacó a la venta en 1816 su tercera gran serie de grabados, “La Tauromaquia”, compuesta por 33 estampas. Puesto que tras la guerra las corridas y espectáculos taurinos tuvieron un gran resurgimiento, Goya no desaprovechó la oportunidad para ganar algo de dinero. Se hallaba necesitado del mismo, ya que su situación económica se había complicado con la muerte de su esposa y la necesidad de liquidar a su hijo Javier
su parte de la herencia.
Frente a otras series de grabados de toros, como la de su contemporáneo Antonio Carnicero, que eran meramente descriptivas, Goya quiso plasmar en imágenes una historia del toreo en España, siguiendo un orden cronológico, desde la Edad Media hasta llegar a los que habían sido los toreros más famosos de su tiempo, como el aragonés Antonio Ebassun “Martincho”, el sevillano José Delgado “Pepe-Illo”, o su admirado Pedro Romero, torero de Ronda.
También reflejó las distintas “suertes” del toreo, los momentos de triunfo de los diestros, e incluso, los percances y desgracias acaecidas durante la lidia. Los críticos de arte no se ponen de acuerdo en cuanto a si Goya era un enamorado del toreo, o si en cambio intentaba criticar la violencia devenida en espectáculo. Lo cierto es que un intenso dramatismo, conseguido con gran virtuosismo técnico, se manifiesta en todas las estampas de la serie, aunque la gente no supo apreciar la calidad y el valor artístico de La Tauromaquia y prefirió otras imágenes taurinas más convencionales.
DATOS DESTACADOS
El autor
- Inauguró el romanticismo.
- Precursor del impresionismo.
- Pintor más destacado siglo XVIII-XIX.

Francisco de Goya y Lucientes nació en el pueblo Fuendetodos, Zaragoza, el 30 de Marzo del año 1746, en el seno de una familia de posición social media. Estudió en el Colegio de los Escolapios en Zaragoza y a la edad de 13 años, con una inclinación artística sumamente evidente ya, ingresó a la Academia de Dibujo de Zaragoza. Luego, continuaría su formación como pintor en Madrid, junto a Francisco Bayeu, de quien además se convertiría en cuñado cuando se casase con su hermana en el año 1775.
Francisco de Goya fue el artista plástico, pintor y grabador, más destacado de finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX en su patria, España. Si bien inauguró el Romanticismo, también se lo reconoce como un auténtico precursor del Impresionismo, especialmente en sus últimas obras. Goya probó e hizo prácticamente todo en el ámbito de la pintura: pintura de caballete, murales, grabados, dibujos, retratos y por ello es que fue el
artista europeo más notable de su país y de Europa, y esto último, justamente, se evidencia en la influencia que ejerció en las generaciones plásticas posteriores.
Falleció en Burdeos el 15 de Abril del año 1828.

Contacto
Marcos Bello
Director de la colección